¡Metástasis, depuración o muerte!

Sobre el tan sonado caso que la Fiscalía General del Estado ha denominado “Metástasis” tengo tres ideas centrales:

1.

Metástasis es el primer intento serio y judicializado de algo que todos sabemos que es necesario hacer, pero que nadie (hasta esta aparición avasallante de Diana Salazar) lo había hecho desde que Ecuador volvió a la Democracia: depurar las instituciones. Porque para nadie es una sorpresa el grado de penetración del narco a todo nivel: tejido social, cárceles, policía, sistema de justicia, fuerzas armadas, medios de comunicación, política…

Y es que si no empezamos a depurar hoy, que varios (no todos seguramente) miembros de estas instituciones están con un pie en la cárcel debido a las evidencias, pues nunca jamás lo vamos a hacer y habremos perdido esta línea imaginaria para siempre.

Es el puntapié inicial de la recuperación o la debacle de nuestro futuro. Sí, a ese nivel.

2.

“Metástasis” es de tal envergadura y tal magnitud que si esto no mueve la consciencia de los ciudadanos, nada lo hará.

Es inaudito que aun ante las pruebas haya gente que hace la vista gorda, mira para otro lado o simple y llanamente le tira lodo con ventilador al de al lado para tratar de crear cortinas de humo que le saquen del ojo de la tormenta.

No podemos seguir aupando a malos elementos en todos los ámbitos. Es que es la receta del fracaso. Ya no importan aquí las ideologías, es más, importan tres carajos, los bandos, las peleas, los extremos. Es el momento de espabilar, ¡por Dios Santo! Si esto no hace que los ciudadanos elijamos mejor, no podemos exigir luego desde la comodidad de un teclado que las cosas cambien. El pez empieza a podrirse por la cabeza.

3.

Yo soy de los que creo que mientras más alejada esté la política (y la politiquería) de la resolución de estos casos, mejor. Que no le sirva esto a nadie para aplastar a su rival, para calumniar y denostar sin pruebas o forjándolas, para bajarnos a todos al fango de la campaña sucia, que cuando todos bajamos al fango, la única que sufre es la Democracia y eso es realmente peligroso, pues es el caldo de cultivo para el autoritarismo. De izquierda o de derecha, me da lo mismo.

Estemos los ciudadanos muy atentos a los jueces que resolverán estas causas, confiemos en la labor de una Fiscal que hasta este momento ha sido de fierro y cambiemos para siempre el insulto y la diatriba por el debido proceso y la censura social para que nadie, entiéndaseme bien, nadie que tenga vínculos con estas bandas asesinas vuelva a ocupar un puesto de responsabilidad para el futuro de los ecuatorianos.

Es eso, o que el último apague la luz y no quede rastro de lo que alguna vez fue nuestra Patria.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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